Titular unas memorias. Diez ejemplos muy sugerentes.
ANTES DE QUE SE ME OLVIDE. Juanma Iturriaga
Estupendo título. Tanto es así que se lo ha copiado Andrés Pajares en sus recientes memorias.
AHORA QUE AÚN ME ACUERDO DE TODO (O CASI)... Carlos Romeu
En la línea del anterior. Las memorias del humorista gráfico autor de «La liga de los sin bata».
SI YO TE CONTARA… Francisco Rabal.
Un título tan sencillo como magnífico.
HASTA AQUÍ HEMOS LLEGADO. Enrique Meneses
Otro de nuestros títulos favoritos, aunque tal vez demasiado concluyente.
CONFIESO QUE HE VIVIDO. Pablo Neruda
Un clásico del genero memorialístico… que ha dado pie a la versión chunga: «Confieso que he bebido».
CASI UNAS MEMORIAS. Dionisio Ridruejo
Ridruejo (o más bien su editorial), lo llamó así porque en realidad es un conjunto de recuerdos personales de diferentes períodos. Muy interesante.
PRETÉRITO IMPERFECTO. Carlos Castilla del Pino
Más que interesantes (y premiadas) memorias del famoso psiquiatra español, con un certero recorrido por la España de la guerra civil y la posguerra.
MI VIDA Y YO. Michael Caine
Un título «disociativo» muy original, que nos recuerda al «Groucho y yo» de Groucho Marx.
YO POR DENTRO. Sam Shepard
Muy en la línea del anterior.
LO QUE FUE PRESENTE. Héctor Abad Faciolince
El más reciente libro de memorias de los aquí presentados. Y desde luego, razón no le falta.